Por Carlos Hinrichsen
Director Escuela de Diseño Digital e Industrias creativas
San Sebastián
El cine y la fotografía son manifestaciones artísticas únicas que capturan y comunican la esencia de la experiencia humana. La esencia de ambas radica en su capacidad para conectar con el espectador a nivel emocional y transmitir ideas, sentimientos y mensajes de manera poderosa y expresiva, trascendiendo las barreras del tiempo, el espacio y el lenguaje.
La Inteligencia Artificial (IA) tiene el potencial de ser vista como una nueva tecnología que expande los límites de estas disciplinas en diversas formas, como la creación de efectos visuales más realistas, la generación de guiones y música, o la edición automática de imágenes y videos. Además, la IA puede abrir nuevas posibilidades creativas al permitir a los artistas explorar direcciones que no habrían sido posibles sin la ayuda de la tecnología.
Mediante su uso, es posible que observemos o participemos en un proceso de masificación en la creación del arte, haciéndola más accesible para personas sin formación artística previa o abrir posibilidades a otros ámbitos disciplinares. Esto podría permitir que más personas participen en la creación y el desarrollo del cine y la fotografía, fomentando con esto la cultura.
Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial en la creación artística también puede suscitar inquietudes respecto a la originalidad y la autoría de las obras producidas mediante esta tecnología.
En relación a las nuevas fronteras y límites, Boris Eldagsen ganó el primer lugar en el prestigioso Sony World Photography Awards 2023 con una imagen generada por IA. Aunque recibió el premio, decidió no aceptarlo, justificando su acción en base a su intención de determinar si estas competiciones están preparadas para incluir imágenes creadas por IA. En su opinión, la respuesta fue un rotundo no, y manifestó su inquietud ante la falta de conocimiento o preparación, ya que los jurados y expertos no lograron identificar que la fotografía ganadoras había sido generada con la ayuda de la inteligencia artificial.
Al mismo tiempo, la inteligencia artificial presenta desafíos y cuestionamientos en cuanto a la autoría, originalidad y ética en el ámbito del cine y la fotografía. Es importante considerar el equilibrio entre la utilización de la IA como herramienta creativa y la preservación de la expresión artística humana, como algo único e irrepetible.
Además, dentro de nuevos límites y fronteras, parece recomendable revisar las normas y regulaciones en la industria para abordar cuestiones de autoría y propiedad intelectual. Esto podría incluir la creación de categorías separadas en concursos y premios para distinguir entre obras creadas por humanos y aquellas generadas por IA, garantizando así un reconocimiento justo y equitativo para todos los participantes.
Desde mi perspectiva, la tecnología y herramientas asociadas a la inteligencia artificial desafían, cuestionan e iluminan a las expresiones artísticas del cine y la fotografía. No obstante, recae en los actuales y futuros creadores o creativos encontrar un equilibrio que permita a estas disciplinas crecer y evolucionar sin perder su esencia y autenticidad. La clave podría residir en entender las oportunidades que ofrece la IA como instrumento para impulsar la creatividad, enfrentando al mismo tiempo los desafíos éticos y estéticos que implica. Este proceso constituye una pregunta sin respuesta definitiva y un camino que todavía debemos recorrer y explorar.